Este verano inscribimos a los niños en un torneo de t-ball; es como baseball, pero sin pitcher. La pelota se coloca en un soporte y de ahí es desde donde batean los chicos.
Nathan es un competidor agressivo.......pero muy mal perdedor. Mientras el valla ganando no hay bronca; pero si empieza a perder, busca la manera de hacer chapuza, cambiar las reglas del juego o dar escusas de el porqué está perdiendo.
Si esa estrategia no funciona, trata de cambiarse al equipo que va ganando; así puede al menos estar en el equipo ganador.
Y ya de últimas , si nada de lo anterior le funciona, dice que lo importante es divertirse.
Huerco jijo.
Sabrá Dios a quien sacaría!
Aquí lo tienen, echándole ganas a la bateada.
Y aquí viene, rumbo al "home plate" para anotarse una carrera.
Y mi Danielito no se queda atrás!
Auque a éste no le importa en lo mas mínimo quien gane o quien pierda; pareciera que ni siquiera supiera el significado de esas palabras.
El corre al rededor de las bases a su propia velocidad, sin importarle que nosotros hasta nos quedamos roncos por gritarle "Córrele, Danny, córrele!".
Auque a éste no le importa en lo mas mínimo quien gane o quien pierda; pareciera que ni siquiera supiera el significado de esas palabras.
El corre al rededor de las bases a su propia velocidad, sin importarle que nosotros hasta nos quedamos roncos por gritarle "Córrele, Danny, córrele!".
Pero cuál prisa, si el "catcher" ni siquiera está buscando la pelota!!!
Está muy ocupado admirando su nuevo guante!
No te propcupes Danny, tienes todo el tiempo del mundo!
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