Saturday, December 29, 2007

Nuestro hogar en Navidad


Cómo están familia?

Espero que se la hayan pasado muy bien durante esta Navidad, al igual que nosotros. Disculpenme que no he podido actualizar mi página, pero mi querida amiga "cámara video/fotográfica decidió tomarse unas vacaciones, así que no he podido tomar fotos o video de nuestra navidad.

Afortunadamente el suegro (a quien de aquí en adelante llamaré cariñosamente "gringo viejo") trajo su cámara el dia veinticuatro y el dia de hoy me pasó una copia de las fotos que tomó.

Nuestra navidad este año fué muy diferente a otros años; para empezar, éste fué el primer año que nos la pasamos aquí en casa, sin tener que andar para arriba y para abajo, visitando a los unos y a los otros; cuando no teníamos a los niños era mucho más fácil, pero ahora con tres hijos, a mi como que me da un poco de flojera andar cargando huercos de un lado para otro. Sin mencionar el hecho de que la temperatura estaba como a unos quince bajo cero.......

En fín, yo me propuse hacerme una tamalada, para que no se me olvide la tradición. Pues la verdad, me metí en camisa de once varas. Digo, ya he hecho tamales antes, pero esta vez como que se me hizo mas difícil.

La cosa empezó desde el sábado en la noche, cuando salí a comprar todo lo que necesitaba. Luego el domingo me puse a cocer la carne, pelar y moler los ajos, limpiar y cocer los chiles, picar la carne, limpiar y remojar las hojas, cocer y guisar frijoles.....que mas? Como que se me olvida algo? En fín, la cosa es que me la pasé casi todo el dia trabajando.

Luego el lunes me levanté tarde (gracias que el Aroncillo me tuvo despierta hasta las dos de la mañana) y no empecé a amasar hasta las ocho de la mañana; mientras se reposaba la masa me puse a guisar la carne y no me senté a embarrar hasta como a las diez y media de la mañana. Estaba un poco apurada, ya que quería tener tamales listos para recibir al ex-padrastro de Nathan quien llegaría como a las doce o una de la tarde.

Después de tamaña apurada que me dí, todo valió la pena, ya que Chuck disfrutó de sus tamalitos calientitos y hasta lo mandé con su envueltito para que almorzara el día siguiente.

Luego que él se fué me puse a embarrar otros pocos, para poder tener tamales listos para en la noche cuando llegara el gringo viejo y su esposa. Después de embarrar como unos ochenta tamales y ponerlos a cocer me tuve que apurar a bañarme y cambiarme para irnos al culto de las cinco y media. Llegamos raspaditos, pero disfrutamos de un culto sencillo, corto y muy emotivo. Aunque debo mencionar que como que cada año los hacen mas cortitos, pero en fín, nos gustó mucho.

Luego llegamos a casa como a las siete de la noche, justo a timepo para preparar la mesa y recibir a nuestras siguientes visitas. La cena estuvo deliciosa (tamales, otra vez?) aunque el gringo viejo se la pasó sudando y moqueando, porque el poquito chile de color que usé para la masa y el guiso era mucho para el.

Después de cenar nos dispusimos a abrir regalos. Fué ahí donde mi suegro se acordó que había traído la cámara y se pudo a tomar fotos. A los niños y a Nathan no alcanzó a tomarles fotos, pero a mí sí, así que ahí les van:

A mí me trajeron una canasta llena de cositas; me sentí como niña chiquita, sacando una cosa tras otra. La canasta incluía: un libro de cupones para usar en un montón de tiendas y restaurantes...






...un calendario muy bonito, con versículos de la Biblia en cada mes....






...Aarón tratando de meter su cuchara....






...Sue, muy contenta de verme abrir mi regalo como niña chiquita...






...ya les mencioné que se sentía como niña chiquita?!?!?!...






Mis regalitos los abrí ante la mirada curiosa de Aarón, quien se la pasó colgado de mi brazo, agarrando todos los listones y el papel de regalo que se encontraba. Y si no me creen nomás échenle un vistazo a las fotos en el siguiente artículo, prueba que acabó bien cansado de tanta curiosidad.



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