Ok. Tengo algo que confesarles: me encanta observar a Aaron cuando duerme.
Y con mi nueva cámara, me vuelvo loca tomandole fotos de bien cerquita.
Me encantan sus ojos. Sus largas pestañas.
Su carita chorreada; su naricita.
Me encanta mirar su pechito, subiendo y bajando cada vez que respira.
Le digo que lo amo. Lo acaricio.
Pero sobretodo disfruto su quietud y su tranquilidad.
Porque en cuanto se despierta............que Dios me socorra.
Se acaba la paz y empieza el corredero, la gritadera y la peleadera.
Bendito!
Y con esa cara de bandido no hay mucho que hacer al respecto.
Aguanta la vara mujer.....aguanta la vara......esto tambien pasará
Tarde o temprano se volverá a dormir, y podrás admirar su quietud.
Sus manitas.....me encantan sus manitas.
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