


Cada noche acostamos a Nathan y Danny en su cama y Aarón en su cuna; y por ahí por la media noche se despierta Aarón ha echarse su botanita de leche materna; luego nomás se acurruca y nos privamos los dos; sabrá Dios a que hora se nos amontonan Nathan y Danny.
Cuando compramos la cama king size pensamos que tendríamos espacio de sobra....que equivocados estabamos. Ahora ya me dan ganas de comprar otra queen size y pegarla a la king size y así poder disfrutar de suficiente espacio; digo, almenos lo suficiente para darse uno la vuelta si así lo quisiera.
Huercos jijos.
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